Queso Idiazabal ahumado
Avellanas tostadas
Azúcar moreno
Aceite girasol
MODUS OPERANDI
Triturar las avellanas tostadas con un chorrito de aceite de girasol e ir añadiendo agua hasta formar una crema fina. Reservar.
Textura 1: nube de Idiazabal. Rallar lo mas finamente posible el queso hasta crear una nube del tamaño de un huevo.
Textura 2: Teja de Idiazabal. Rallar sobre un papel de hornear el queso y tapar con otro trozo del mismo papel. Meter al horno caliente a 250 grados durante 3-4 minutos (dependerá de la cantidad de queso que se haya metido). Tiene que quedar seco y crujiente.
Textura 3: Cristal de Idiazabal. Cortar en cubitos el queso y poner por encima azúcar moreno. Quemarlo con un soplete de cocina hasta que quede cristalizado.
Disponer la crema de avellanas, encima de ésta los dados de queso, sobre éstos el azúcar y quemar con el soplete. En un lado poner una nube de Idiazabal y al otro la teja de Idiazabal.
Gracias a mi amigo Carlos Barco, creador de esta delicia y de otras muchas y Jefe de la maravillosa cocina del Tablanca.
3 comentarios:
Simplemente espectacular!! Un plato para sorprender a todos. Me encantado.
UN beso
Pues ya la has liao...ahora voy a tener que probar esta maravilla.
bss
Como me gustaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!! Enorme de verdad, esta genial!!!!!
Publicar un comentario